Ganador del premio Loebner 2010

Como ya sabréis, si sois habituales de este blog, la prueba consiste en que un juez le haga la mismas preguntas a un ordenador y a un humano por un programa de chat, sin saber cual de ellos es la máquina y a partir de las respuestas debe averiguar quién es quién.

En los premios Loebner toman parte distintos jueces durante varias rondas de uno o dos minutos. Los mejores chatbots serán aquellos que hayan conseguido confundir a los jueces más veces.

Esta competición, que se lleva celebrando anualmente desde 1990, está patrocinada por Hugh Loebner y varias universidades. En esta edición el ganador ha sido Bruce Wilcox con su programa Suzette, que se ha embolsado los 3.000 $ del premio y una medalla de bronce. Puedes hablar con Suzette pinchando en este enlace.

Hay dos premios mayores que sólo se concederán una vez y que hasta el momento nadie ha logrado. Uno galardonado con una medalla de plata y 25.000 $, que corresponderá al primer chatbot que sea indistinguible de un humano y otro de 100.000 $ con medalla de oro incluida, que se otorgará al primer programa de ordenador capaz de emular a un humano en inteligencia utilizando, además de texto, voz y cualquier otro elemento de comunicación visual.

Una vez que se consiga el "oro olímpico" de los chatbots, esta competición dejará de celebrarse, puesto que el test de Turing habrá sido completamente superado y entonces podremos decir que las máquinas son igual de inteligentes que nosotros.

En ciertos aspectos las máquinas ya son más inteligentes que nosotros, por lo que estos chatbots deben de simular la lentitud de un humano al escribir por un chat, resolver operaciones matemáticas o jugar al ajedrez. Este es un problema que ya expuso Alan Turing cuando planteó esta prueba en 1950.

En definitiva, cuando consigamos que las máquinas puedan imitar nuestra inteligencia será porque ya habrán alcanzado una inteligencia mucho mayor que la nuestra en muchos aspectos.